Tengo un vecino a quien todos le dicen Pancho el Cojo. En Cuba fue guardia, trabajo en para el Ministerio del Interior, pero el dice que nunca fue comunista, que eso solo lo hizo por conveniencia. Que fue un familiar que lo metió a trabajar en la seguridad. Hoy dice estar arrepentido, que con el tiempo se dio cuenta que aquello todo era mentira, sobre todo después que cayo en desgracia y como se dice en Cuba, lo tronaron. Ahí fue que se pudo dar perfecta cuenta de todos los errores y defectos del sistema, cuando le apretaron el zapato hasta que sintió el dolor en el juanete.
Me pregunto, se vale así el arrepentimiento? Y si no lo hubiesen tronado? No creen que probablemente aun siguiera trabajando para el aparato? Quien sabe verdad? Como es que dice el dicho? Que si tuviera ruedas fuera un carro o si tuviera puertas seria un escaparate no? Algo así, ...básicamente quiere decir que es muy difícil calcular esos ...”hubieran sucedido”
Dicen algunos que cada persona lleva adentro tanto la semilla de un déspota como la de un santo. Y que se desarrollan tales o mas cuales actitudes según el medio que nos rodea. Eso tiene sentido. Sobre todo, cubre perfectamente la actitud de mi vecino Pancho, que allá era guardia, y aquí dice ser un patriota. Me pregunto, ...pero y eso es todo? Entonces el ser humano no es mas que un animal de circunstancias? Allá es un esbirro y acá es un santo? Naaa, me inclino mas a creer que como me ensenaron en Cuba, dicen que las circunstancias influyen, pero no determinan. Sin dudas todos tenemos un cierto grado de oportunismo y tratamos de sobrevivir según el medio que nos rodea. Igual hay otro dicho que dice que “Allá donde fueres has lo que vieres” Pero y entonces a donde quedan los valores mas intrínsecos del ser humano? Somos como una computadora vacía? Un animal domestico, amaestrable? O es acaso como dice el otro dicho de que “Árbol que nace torcido jamas su tronco endereza”
Yo creo en que hay parte y parte. Creo en la capacidad de algunas personas de equivocarse, reconocerlo, arrepentirse y superarlo, pero creo también que refiriéndonos a estos casos de cambio de casaca cubanos, esos son mas bien la excepción de la regla. Donde la mayoría solo son oportunistas que bailan al son de quien mejor toque. Entre esos mi vecino Pancho el cojo y otros tantos “especialistas” que hoy viven en Miami de criticar y detallar la vida de quienes hasta ayer mismo fueron sus admirados jefes y casi dioses.
Me pregunto, se vale así el arrepentimiento? Y si no lo hubiesen tronado? No creen que probablemente aun siguiera trabajando para el aparato? Quien sabe verdad? Como es que dice el dicho? Que si tuviera ruedas fuera un carro o si tuviera puertas seria un escaparate no? Algo así, ...básicamente quiere decir que es muy difícil calcular esos ...”hubieran sucedido”
Dicen algunos que cada persona lleva adentro tanto la semilla de un déspota como la de un santo. Y que se desarrollan tales o mas cuales actitudes según el medio que nos rodea. Eso tiene sentido. Sobre todo, cubre perfectamente la actitud de mi vecino Pancho, que allá era guardia, y aquí dice ser un patriota. Me pregunto, ...pero y eso es todo? Entonces el ser humano no es mas que un animal de circunstancias? Allá es un esbirro y acá es un santo? Naaa, me inclino mas a creer que como me ensenaron en Cuba, dicen que las circunstancias influyen, pero no determinan. Sin dudas todos tenemos un cierto grado de oportunismo y tratamos de sobrevivir según el medio que nos rodea. Igual hay otro dicho que dice que “Allá donde fueres has lo que vieres” Pero y entonces a donde quedan los valores mas intrínsecos del ser humano? Somos como una computadora vacía? Un animal domestico, amaestrable? O es acaso como dice el otro dicho de que “Árbol que nace torcido jamas su tronco endereza”
Yo creo en que hay parte y parte. Creo en la capacidad de algunas personas de equivocarse, reconocerlo, arrepentirse y superarlo, pero creo también que refiriéndonos a estos casos de cambio de casaca cubanos, esos son mas bien la excepción de la regla. Donde la mayoría solo son oportunistas que bailan al son de quien mejor toque. Entre esos mi vecino Pancho el cojo y otros tantos “especialistas” que hoy viven en Miami de criticar y detallar la vida de quienes hasta ayer mismo fueron sus admirados jefes y casi dioses.