Desde muy temprana edad mis madre logro inculcar en mi una fe católica que heredo de mis antepasados y no permite la risa ante la tragedia de mis semejantes. También a través de sus enseñanzas logre formar una postura política que creo digna y mantengo con orgullo.
Hoy me entero de la muerte de Juan Formell, el conocido músico cubano al que muchos quizás admiran por sus cualidades artísticas pero yo repudio por su posición junto a el régimen de la Habana.
Trato de no inmiscuir la política con el arte, pero este no es el caso, mi país sufre una dictadura hace 55 años que no tiene comparación, es difícil no tomar una postura ante la represión y considero inmoral darle propaganda al tirano manteniendo el silencio y viviendo como si nada pasara.
Los artistas se deben a su publico y tienen la obligación de defenderlo, este señor nunca levanto la voz ante la injusticia, fue títere del Dictador, le canto, le dio propaganda al no denunciar sus abusos, consiguió cantar en Miami con una doble moral que quizás muchos apañan basada en la añoranza y los recuerdos.
Yo como humano recuerdo a Los Van Van, pero mantengo mas latente en la memoria la tortura, la prisión y los abusos, no puedo olvidar que el susodicho nombre fue basado en el eslogan creado por el asesino en la zafra del 70 que uso como mano esclava prisioneros políticos y de conciencia.
Este señor en mi libro vivió su vida con una ambición propia de cobardes sin respetar a su publico que bailaba al son de su música mientras eran encarcelados por la protesta. Hoy la vida misma se encargo de que respete artistas dedicados a su pueblo y no a representares del régimen, sin ningún tipo de escrúpulos.
Tu muerte no me causa risa por mi condición católica y de ser humano, pero tampoco te lloro como ídolo pues nunca lo fuiste en mi libro. Siempre te vi, como el ser despreciable que apoyo a mi enemigo con su música. No puedo decirte adiós por que no siento la despedida, solo le pido a Dios que perdone tu traición a la patria y no te mande al infierno que te toca por una vida llena de hipocresía.
Mis enemigos van partiendo, no hago fiesta pero disfruto no tenerlos ante mi y seguiré luchando contra ellos siempre, hasta el fin de mis días con la integridad moral que se necesita para rescatar mi patria.
Hoy le pido a Dios por mi patria y siento decirte Formell que no puedo pedir por ti debido a tu condición de traidor.
Alejandro Rodríguez
Hoy me entero de la muerte de Juan Formell, el conocido músico cubano al que muchos quizás admiran por sus cualidades artísticas pero yo repudio por su posición junto a el régimen de la Habana.
Trato de no inmiscuir la política con el arte, pero este no es el caso, mi país sufre una dictadura hace 55 años que no tiene comparación, es difícil no tomar una postura ante la represión y considero inmoral darle propaganda al tirano manteniendo el silencio y viviendo como si nada pasara.
Los artistas se deben a su publico y tienen la obligación de defenderlo, este señor nunca levanto la voz ante la injusticia, fue títere del Dictador, le canto, le dio propaganda al no denunciar sus abusos, consiguió cantar en Miami con una doble moral que quizás muchos apañan basada en la añoranza y los recuerdos.
Yo como humano recuerdo a Los Van Van, pero mantengo mas latente en la memoria la tortura, la prisión y los abusos, no puedo olvidar que el susodicho nombre fue basado en el eslogan creado por el asesino en la zafra del 70 que uso como mano esclava prisioneros políticos y de conciencia.
Este señor en mi libro vivió su vida con una ambición propia de cobardes sin respetar a su publico que bailaba al son de su música mientras eran encarcelados por la protesta. Hoy la vida misma se encargo de que respete artistas dedicados a su pueblo y no a representares del régimen, sin ningún tipo de escrúpulos.
Tu muerte no me causa risa por mi condición católica y de ser humano, pero tampoco te lloro como ídolo pues nunca lo fuiste en mi libro. Siempre te vi, como el ser despreciable que apoyo a mi enemigo con su música. No puedo decirte adiós por que no siento la despedida, solo le pido a Dios que perdone tu traición a la patria y no te mande al infierno que te toca por una vida llena de hipocresía.
Mis enemigos van partiendo, no hago fiesta pero disfruto no tenerlos ante mi y seguiré luchando contra ellos siempre, hasta el fin de mis días con la integridad moral que se necesita para rescatar mi patria.
Hoy le pido a Dios por mi patria y siento decirte Formell que no puedo pedir por ti debido a tu condición de traidor.
Alejandro Rodríguez